El cáncer es consecuencia de la proliferación incontrolada de células que crecen e invaden nuestro cuerpo. Dentro de los factores más importantes que favorecen ese ambiente para que se desarrolle el cáncer están el estrés oxidativo, déficit de Vitamina D, inflamación, hiperglucemia, acidez extracelular y sistema inmune deprimido.
Muy pocos conocen el tratamiento nutricional para personas con cáncer. Además el sistema sanitario actual no nos informa y recomienda al respecto.
Antes de entrar en el complicado campo de la nutrición y el efecto de la alimentación en determinadas patologías tan complicadas, quiero advertiros de que todo lo que leéis del tipo: recetas anticáncer, baños de sal, fórmulas “mágicas” curativas… está llenito de pseudociencia. NO todo lo que os vais a encontrar tiene detrás una base científica.
AYUNO Y DIETA CETOGÉNICA
Las células cancerígenas solo pueden consumir glucosa (y ciertos aminoácidos). Incluso en presencia de oxígeno requieren hasta 200 veces más glucosa que las células normales. De hecho, una forma efectiva de evaluar la localización y actividad de un cáncer es inyectando glucosa al paciente y observando dónde se consume (scan PET). Es un reflejo gráfico del voraz apetito del cáncer por el azúcar, fruto de su dañado metabolismo.
En ausencia de glucosa, las células sanas empiezan a quemar grasa (o cetonas), las células cancerígenas se quedan sin energía, aumentando su estrés oxidativo y derivando en su muerte. De ahí que, el ayuno intermitente y las dietas cetogénicas pueden ser una buena estrategia para pacientes con tratamientos de quimio y radioterapia.
*En cualquier caso, estas dietas deben estar SIEMPRE supervisadas por un profesional.
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
- Consume té verde, cúrcuma (la curcumina es un potente antiinflamatorio) y jengibre.
- Elige alimentos nutriticos para evitar la pérdida de peso (es decir, que en poca cantidad, tengan muchos nutrientes y grasas).
- Limita al máximo los azúcares (sean saludables o no), las harinas blancas y los productos refinados.
- Evita realizar muchas comidas al día que puedan provocar picos de insulina.
- Utiliza especias y alimentos como brócoli, uvas, coles de bruselas y manzanas, que son ricas en Kaempferol e impiden la angiogénesis tumoral.
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